Síndrome de ovarios poliquísticos. Razones, síntomas, tratamiento, profilaxis
El Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), o Síndrome de Stein-Leventhal, es una enfermedad poli-endocrina del sistema genital femenino que se caracteriza por un engrosamiento de la cápsula ovárica, que aumenta de tamaño y de crecimiento de un gran número de quistes. Los quistes se forman en lugar de los folículos, que han dejado de desarrollarse.
Las estadísticas muestran que entre 4% y 11% de las mujeres en edad reproductiva se enfrentan a este problema. En el 94% de los casos, la enfermedad va acompañada de infertilidad femenina. Se considera que estas pacientes están en el grupo de riesgo de desarrollo de condiciones precancerosas e hipoplásicas. Por lo tanto, se trata de una enfermedad muy grave que requiere una atención especial.
Razones del desarrollo
Se desconoce la causa concreta de la poliquistosis. Y todavía hay discusiones activas e investigaciones al respecto. Se sabe que se produce por el aumento de andrógenos (hormonas masculinas), en el cuerpo femenino. Por lo tanto, se produce desequilibrio hormonal y el óvulo no se desarrolla completamente, no ocurre la ovulación. Y en lugar del folículo, se desarrollan quistes. Esto provoca el fallo completo del ciclo menstrual y del sistema genital femenino y del cuerpo en su conjunto.
Uno de los factores provocadores que puede contribuir al desarrollo del SOP, puede ser el sobrepeso. Además, la obesidad puede ser un síntoma de la enfermedad. Hay casos en los que, sí hay una enfermedad, sólo es posible curarla, después de la pérdida de peso.
Además, los factores de desarrollo pueden ser las enfermedades infecciosas de la infancia, las enfermedades inflamatorias del sistema sexual, las situaciones de estrés.
A menudo, las pacientes tienen una predisposición genética a la enfermedad. Según los estudios, hay varios genes en el cuerpo que son responsables de la formación de insulina. Y si uno de ellos cambia, desde entonces la absorción de la insulina se deteriora y los ovarios, a su vez, comienzan a formar activamente andrógenos masculinos en grandes cantidades.
Sintomática
Muy a menudo la enfermedad pasa sin síntomas y señales obvias. Los primeros signos pueden aparecer en la adolescencia, cuando el ciclo menstrual comienza a establecerse.
Pero aún así, hay síntomas claros que caracterizan a la enfermedad:
- Trastorno del ciclo menstrual. Retrasos regulares, a veces hasta 6 meses sin menstruación.
- Hirsutismo. Crecimiento excesivo de pelos, del tipo masculino. El pelo puede aparecer en el pecho, las piernas, la cara, la espalda y otros lugares.
- Aumento del peso corporal. La obesidad se desarrolla por tipo abdominal, es decir, en el abdomen.
- Desarrollo de la hipertensión arterial.
- Infertilidad. En la edad adulta, puede ser el único signo de enfermedad.
- Desarrollo de diabetes de tipo 2 con sus correspondientes síntomas.
- Anguilas y seborrea.
- Cambios psico-emocionales: irritabilidad, somnolencia, apatía y agresión desmotivada.
Estos síntomas a menudo pueden ser signos de otras enfermedades. Así que el médico debe realizar un diagnóstico instrumental y de laboratorio completo, para una determinación precisa.
Diagnóstico del SOP
En primer lugar, el ginecólogo examina a la mujer y recoge una detallada anamnesis de la vida.
Luego la envía a hacer pruebas al laboratorio:
- Prueba general clínica;
- Hormonas tiroideas;
- Hormona luteinizante (LH);
- Testosterona sérica;
- Prolactina.
El siguiente paso será la diagnóstica instrumental:
- Ecografía de los órganos pélvicos. Durante el cual es posible visualizar directamente la presencia de quistes en los ovarios.
Además, el médico puede utilizar métodos de diagnóstico adicionales para excluir otras enfermedades.
Tratamiento de poliquistosis
Hoy en día, la medicina no puede presumir del método de tratamiento único y completo. Desafortunadamente, es imposible curar completamente el síndrome de ovario poliquístico. El objetivo principal de todas las estrategias es recuperar la salud sexual de la mujer, lograr un embarazo saludable y eliminar los síntomas que afectan negativamente a la vida de la mujer.
Dependiendo de las causas de la enfermedad, los síntomas, el equilibrio hormonal y muchos otros factores, el médico puede utilizar diferentes métodos de tratamiento.
En primer lugar, los médicos recomiendan eliminar el exceso de peso. Pero aquí es importante no sólo seguir una estricta dieta con siempre tener hambre, sino un planteamiento integral: nutrición equilibrada y actividad física. El hambre puede empeorar los síntomas. Muy a menudo, en mujeres jóvenes, esto es suficiente para restaurar el ciclo menstrual y aliviar otros síntomas desagradables.
Aunque a veces es necesario utilizar la terapia de medicamentos, que incluye:
- Anticonceptivos hormonales;
- Preparados de estrógeno y progesterona;
- Medicamentos que mejoran la absorción de la insulina.
Si hay un gran número de quistes que no se disminuyen bajo la influencia de la medicación, se debe realizar un procedimiento quirúrgico. Los quistes pueden extraer y se realiza una cirugía de ovario. A veces, solo puede ayudar la extracción del ovario afectado.
El tratamiento de la infertilidad se realiza después de la terapia general y la corrección del peso de la mujer. Para que el embarazo ocurra, el médico puede realizar una estimulación controlada de la ovulación de los ovarios. Durante ella, se forman óvulos que pueden ser fertilizados. Para aumentar las posibilidades de embarazo, es posible utilizar tecnologías de reproducción asistida: fertilización in vitro, óvulos de las donantes. En caso de abortos frecuentes y espontáneos, conviene recurrir a la maternidad subrogada
Se selecciona una estrategia de tratamiento completa de forma individual y según las necesidades del paciente.
Prevención
El mejor tratamiento para cualquier enfermedad es la prevención. Por lo tanto, es importante vigilar su peso, controlar su dieta y mantener siempre su forma física, entonces la posibilidad de desarrollar SOP es mucho menor.
También es necesario hacerse exámenes preventivos con el ginecólogo y realizar las pruebas necesarias al menos una vez al año, y después de 45 años, una vez cada seis meses. Después de todo, si se diagnostican enfermedades en las primeras etapas de desarrollo, las posibilidades de curarlas son mucho mayores y con menos complicaciones.