La FIV y el alquiler de vientres en la religión islámica
¿Qué está permitido y qué no?
Todo el mundo sabe, que en el mundo actual de las religiones, el Islam es una de las religiones más estricta, conservadora y tradicional. Y en relación con el rápido desarrollo de las tecnologías médicas, hay muchas cuestiones bioéticas y religiosas relacionadas con diferentes procedimientos, tratamientos y demás.
Un factor interesante, es que la revisión ginecológica a una mujer puede realizar solo mujer ginecologa, solo en casos extremos puede hacerlo un hombre, bajo la supervisión del marido de la mujer y comentando todo lo que está haciendo.
Pero ahora hay cada vez más parejas infértiles en el mundo, y por esto la medicina no se detiene y ofrece diferentes métodos de tratamiento. Unos de los más controvertidos es la fecundación in vitro y la maternidad de alquiler. Y en este artículo hablaremos más detalladamente cómo trata hoy el Islam tales procedimientos y si los apoya.
El Islam dice que el deseo de tener hijos es bastante natural. Y el Corán dice que «la riqueza y la descendencia es un adorno para la vida de este mundo», qué significa directamente, que lo principal para una familia es tener un futuro económico completo y sus hijos.
La reproducción artificial no se menciona en las fuentes originales de la Sharia. Sin embargo, cuando es imposible conseguir el embarazo o dar a luz, el Islam fomenta el tratamiento, sobre todo porque la adopción no es una solución aceptable. Es responsabilidad del médico ayudar a la pareja infértil a lograr una fertilización, concepción y nacimiento exitoso.
El Islam tiene un énfasis fuerte e inequívoco en las altas tasas de natalidad. Por lo tanto, la cuestión de encontrar tratamientos contra la infertilidad no sólo es aceptable, sino que también esta alentado en el islam. La ley islámica permite todas las tecnologías de reproducción asistida, pero hay algunas condiciones y normas muy estrictas en momento de su realización. Todas estas medidas están aprobadas por las leyes religiosas y legales y están claramente expuestas en el Código Islámico de Ética Médica.
- El uso de tecnologías de reproducción asistida se hace estrictamente por razones médicas, es decir, sólo después del diagnóstico de infertilidad (masculina o femenina). Por lo tanto, en el Islam está prohibido usar FIV si una mujer solo quiere deshacerse de las «preocupaciones» del embarazo y el parto.
- Dirigirse por la ayuda sólo pueden las parejas, cuyo matrimonio está aprobado por la ley Sharia.
- El semen y los óvulos sólo pueden ser de la pareja legalmente casada. Está prohibido utilizar material biológico de terceros. Es decir, no se permite utilizar células de donantes para la fertilización.
- La fecundación in vitro para mujeres solteras está prohibida. La ley islámica también prohíbe estrictamente esos procedimientos para las parejas lesbianas y homosexuales. Esto se considera como un gran pecado.
- El Islam permite la congelación de los embriones que han sido fertilizados. Pero sólo esta misma pareja puede usarlos, y si todavía están casados. Una mujer o un hombre no puede usar los embriones congelados después del divorcio o la muerte de uno de ellos. No se puede trasladar embriones a otra pareja.
- Es posible congelar el semen o el óvulo, por ejemplo, antes de la quimioterapia. Pero no se puede usarlos después del divorcio o la muerte. Es decir, no pueden ser heredados.
Por lo tanto, es posible ver que el Islam es leal al uso de la fertilización in vitro, pero con sus reglas y leyes, que son estrictamente cumplidas por los médicos. Pero en virtud de que las tecnologías modernas están en desarrollo, y muchos momentos en los tratados religiosos no están escritos, el Islam se ajusta bajo los requerimientos del presente. Y un buen ejemplo es Irán. Este es el único país musulmán, en el que los organismos religiosos han legalizado y adoptado leyes legales, que permiten el uso de gametos de donantes, pero solo en forma altruista, es decir, está prohibido recibir una compensación económica por utilizar gametos de donantes. Esto se confirma con una fetua emitida por el líder de la República Islámica de Irán, el Ayatolá Ali Khamenei, a finales de los años 90. En clínicas iraníes, que siguen palabras de Khamenei, es posible regalar el óvulo, esperma o embriones. Aunque todavía existe una regla que permite su utilización para la fecundación in vitro sólo por razones estrictamente médicas, después de diagnostico de la infertilidad.
La subrogación en la religión islámica
Y aunque la aparición de niños en el matrimonio es uno de los primeros puntos del Islam, la subrogación o «alquiler de útero», como también lo llaman, está prohibida en el 90% de los países musulmanes. Funciona en el mismo nivel que la prohibición de la donación de esperma, óvulos y embriones. Esto se explica de tal manera, que la mujer recibe el material genético de un hombre, con el que ella no está casada y, en consecuencia, esto se considera como el pecado. En uno de los versos del Corán está escrito «Nadie puede ser su madre, excepto aquella que le dio a luz».
En un período, se publicó la Fetua del Consejo Islámico de la Mecca, que permite la maternidad por sustitución, pero sólo si el embrión pertenece plenamente a la pareja casada, la madre de alquiler sólo lleva el embarazo. Pero un año después, fue retirada y enviada de nuevo para su modificación. Dado que el Corán dice, que todo niño tiene derecho a la identificación de sus padres, y la maternidad subrogada causó confusión en este asunto.
Pero, por supuesto, también hay excepciones a las reglas en este asunto. En Irán, junto con la donación de gametos, también se permite la maternidad por sustitución, pero sin ningún beneficio comercial para la mujer de alquiler. Y también estrictamente por razones médicas y sólo para parejas oficialmente casadas.
Así, se puede ver que incluso una religión tan estricta como el Islam, suaviza sus puntos de vista sobre la fertilización in vitro y la maternidad subrogada. Esto se debe principalmente al hecho de que el nacimiento de un niño y el bienestar de la familia, sigue siendo lo principal.