El niño más mayor del mundo
El 26 de octubre, en Estados Unidos, nació la niña de un embrión que había sido congelado hace 28 años. En 1992, una pareja anónima se sometió a una fecundación in vitro. Y después de un exitoso procedimiento, a la pareja le han quedado embriones sanos, que la pareja donó a otras parejas infértiles. El bebé estuvo en criopreservación durante 28 años hasta que Tina y Ben Gibsons fueron a los médicos con el problema de la incapacidad de concebir su propio hijo.
Durante más de cinco años, la pareja recibía el tratamiento, tuvo intentos de fertilización in vitro sin éxito con sus propios embriones. Y una tarde, los padres de Tina se enteraron de la posibilidad de usar embriones ya congelados y listos para ser implantados. A la pareja le gustó la idea, e inmediatamente comenzaron a buscar el programa adecuado. Y de esta manera, Tina dio a luz a su primera hija completamente sana llamada Emma Re Gibson.
Pero después de 2 años, el matrimonio pensó que una sola hija, no era suficiente para ellos, y pensaron en participar en el programa de nuevo.
Y así, en Knoxville, en el Hospital del Centro Nacional de Donación de Embriones, nació otra niña llamada Molly Evert Gibson. Su embrión ha estado esperando este día durante casi 30 años, congelado en el criostato.
Ya después del nacimiento, Tina y Ben dicen: «Si alguien nos dijera que vamos a tener dos niñas, diríamos que estáis locos. Eso es imposible.» Y hoy en día, ya es una historia mundialmente famosa.
Otro hecho increíble es que aunque las niñas nacieron tres años después, son hermanas genéticas. Porque ambos embriones fueron congelados al mismo tiempo, y de los mismos padres biológicos. Así que Emma es la hermana mayor de Molly, pero fueron concebidas el mismo día.
También es interesante que hoy en día Tina Gibson tiene 29 años, y de hecho nació un año y medio antes que los embriones de sus niñas.
Llama a su niña: «¡Nuestro pequeño milagro!» Y es cierto, porque se considera el embrión más viejo del cual nació una niña sana y completa.
La congelación de embriones sanos se utiliza desde hace tiempo. Por primera vez, de un embrión congelado, nació el niño en 1984. Pero en aquel momento, el período de congelación era sólo un poco más de dos meses.
Este programa se utiliza a menudo como un paso consciente en la planificación de un niño. Cuando el nacimiento de bebe, se pospone por un cierto tiempo. Esto se hace con el fin de conservar los óvulos y espermatozoides sanos, por ejemplo, cuando un miembro de la pareja se somete a un tratamiento por una enfermedad grave. Por ejemplo, en casos de enfermedades oncológicas, las personas realizan fisioterapia y radioterapia, lo que tiene un efecto muy malo en las células reproductivas. De esta manera, las personas dejan células sanas, y después del tratamiento, lo implantan en el útero de la mujer que da a luz a un niño sano.
El proceso de criopreservación de embriones incluye la recogida de las células germinales de la pareja, luego en el laboratorio, el médico fertiliza el óvulo y lo coloca en una incubadora hasta cinco días, donde ya se forman los embriones. Luego, el doctor los pone en un criostato con una temperatura de menos 190 grados Celsius. En este estado, los embriones pueden estar guardados durante décadas. Y cuando llega el momento de la implantación, entonces descongelan lentamente y se implantan en la cavidad del útero de la mujer. Aunque no todos los embriones llegan al embarazo, sólo el 75% sobreviven la criopreservación y descongelación, y alrededor del 50% de los embriones implantados producen el nacimiento del bebé sano. Pero en los últimos años, ha habido una tendencia al alza en los programas exitosos de fertilización in vitro con la utilización de embriones congelados.
«Con el nacimiento de Molly, sabemos que los embriones pueden vivir por lo menos 27 años y medio, y quizás más tiempo«, dice Carol Sommerfeld, directora del Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC).
Hasta la fecha, el centro ha proporcionado más de mil embarazos, que terminaron en nacimientos exitosos de niños sanos. Pero Emma y Molly, niñas especiales, no son sólo otro programa exitoso, sino casos científicos asombrosos que abren la puerta a nuevos descubrimientos. Dado que el centro almacena embriones que no han sido implantados, por diferentes razones, esta es una muy buena noticia para ellos. Porque ahora no tienen que preocuparse por el tiempo que los embriones están almacenados.
Los especialistas del NEDC señalan que sólo en los Estados Unidos están almacenados en criopreservación cerca de un millón de embriones, que esperan su destino. Están esperando a sus familias amorosas, y tal vez algunos de ellos, como Molly y Emma, nacerán dentro de unas décadas y se convertirán en un nuevo récord mundial.