Anastasia, 22 años
La ciudad de Jmelnitski
Yo vivo con mi madre y mi hija en una ciudad pequeña. Mi hija Yana tiene 4,5 años. Crío a ella sola, la niña nunca ha visto a su padre biológico. Yana asiste a una guardería, le gusta mucho cantar. A mí no me gusta ni bailar ni cantar, pero me encanta dibujar. Aprecio mucho mi familia chiquita y no me puedo imaginar que existan las familias que no puedan tener hijos.
Para ser la madre subrogada llegué a Kiev directamente a VittoriaVita. El mismo día me examinó el médico y hizo todos los análisis. El centro médico me gustó mucho, igual recibí un gran apoyo. Dentro de un mes conocí a los futuros padres y su historia. Me entraron aún más ganas de ayudarles y quedar embarazada desde la primera vez. Pero lo conseguimos sólo a la segunda. Gracias a VittoriaVita mi embarazo fue muy tranquilo, sin estados nerviosos o algunos problemas. Los especialistas de Vittoria Vita me cuidaban todo el rato. Mi hija vivía con su abuela en casa, y para mi alquilaron un piso en otra ciudad en un ambiente tranquilo. Por allí acudía al médico según el plan para las embarazadas. Contactaba con futuros padres por Skype junto con el intérprete. Era tan placentero ver la madre feliz cuando puso su mano en mi vientre y sintió los movimientos del bebé. ¡Pero todo eso es incomparable con el día del nacimiento de la niña! ¡Ellos eran tan felices al conocerla! Agradezco mucho a VittoriaVita, gracias a ellos había podido realizarme como madre subrogada.
Galina, 26 años
La región de Zhytomir
Mi marido y yo llevamos 7 años casados. Nuestra hija Alisa tiene 5 años y nuestro hijo pequeño Georgiy tiene sólo 2. Todos vivimos todos con mis padres en su piso. De momento no trabajo, pero mi esposo es el jefe de control de calidad en una fabrica. Nos conocimos en la época universitaria, estudiamos en la misma facultad de economía.
Incluso antes de la boda ya sabía que quiero tener hijos, pero por desgracia primeros dos años eran todo un fracaso.
A pesar de todo hace 5 años mi sueño de ser madre cumplió y di a luz a una niña preciosa y tan esperada. Hace 2 años nació mi hijo favorito. El embarazo y el parto pasaron facilísimos sin ningún problema. Yo misma sufrí en mis carnes como es ser la pareja infértil. Por eso decidí a hacerme mardre subrogada.
Estar embarazada mientras seas la madre subrogada es muy placentero. Todo el mundo me cuidaba, mis familiares, futuros padres y el personal de VittoriaVita. Asistía a los cursillos para las gestantes y tenía el apoyo del psicólogo.
Con futuros padres nos vimos sólo una vez en el día de transferencia de los embriones, pero con frecuencia contactamos por Skype.
Hace 2 meses nació un niño hermoso y sano para una pareja maravillosa española. Durante el parto futura madre estaba conmigo. ¡Me sentí muy feliz por ellos dos! Les ayudé llegar a ser la madre y el padre del bebé sano y tan deseado.
Gracias a VittoriaVita por toda vuestra ayuda y apoyo.
Tetiana, 27 años
La región de Ivano-Frankivsk
Vivo con mi marido y nuestros dos hijos en un pueblo pequeño. Yo crío a nuestros niños y mi marido trabaja como electricista en una fábrica. Antes trabajaba como maestra de una guardería, pero después del nacimiento de mi primer hijo decidí dedicarme a su crianza y educación. Mi primer hijo se llama Yan y tiene 6 años, y mi hija Tamila tiene 2,5 años.
En nuestro pueblo no hay ninguna guardería, pero tenemos una escuela a la que pronto queremos inscribir a Yan. Pasamos mucho tiempo al aire libre.
Hace poco llegué a ser la madre subrogada por la primera vez. La pareja que me eligió no podía lograr el embarazo durante largos 6 años. Yo quería mucho ayudarles llegar a ser padres. Además necesitaba garantizar el futuro de mis hijos.
Encontré unos consultores, me entrevistaron y me hicieron análisis y exámenes en Kiev. Pronto conocí a la pareja de Reino Unido. Hablamos detallamente todas las cuestiones teniendo en cuenta las opiniones y los deseos de cada uno. Al final firmamos y certificamos con un notario el contrato. Esto me ayudó mucho porque cuando haces este paso tienes que estar al cien por cien segura de cumplimiento de todas las obligaciones.
Hice varios controles médicos durante el embarazo en el Centro de Salud en Kiev. Desde los primeros meses del embarazo empecé a asistir a diferentes conferencias para gestantes sobre la nutrición y otros aspectos del embarazo. De esta manera sabía que productos tengo que incluir o excluir de mi dieta diaria.
Con la maternidad subrogada descubrí un mundo nuevo. Los padres para quién yo gestaba el niño se convertieron en mis familiares verdaderos. Di a luz a un niño sano y estoy muy orgullosa de mi misma.
Les agradezco mucho a todos los empleados de Vittoria Vita por esta maravillosa oportunidad. Cogí como ejemplo su modo del trabajo y ahora estoy organizando los cursillos para las mujeres embarazadas, y si tenemos suerte para las madres subrogadas en mi pueblo también. Las madres futuras deben saber todo acerca de los procesos de gestación y parto.
Tamara, 28 años
La región de Kirovograd
Tenemos una familia muy unida. Llevamos 9 años casados y tenemos un hijo de 8 años. Vivimos juntos con los padres de mi esposo y su hermano. Tenemos una casa grande que está dividida en dos partes. En una parte vivo yo con mi marido y nuestro hijo, y en otra parte viven los demás. Mi esposo trabaja en una empresa constructora en Kirovograd donde también trabajo yo como gerente de oficina. Vivimos a 30 minutos de la ciudad de Kirovograd y siempre llevamos nuestro hijo a la escuela.
Siempre me gustaba la música desde que tengo memoria. Mi hijo ya ha empezado aprender a tocar la guitarra.
Me encantan los niños. Gracias a VittoriaVita fui 2 veces la madre subrogada. Todos los analisis hice en Kiev. Estaba muy preocupada mientras esperaba a los resultados. Para mi era muy importante que mi salud me permitiera ser la madre subrogada. Consultores de VittoriaVita siempre estaban en contacto conmigo y se preocupaban por mí como si fuera su familia verdadera.
La primera vez di a luz a una niña y la segunda vez a los mellizos. Cuando estaba embarazada de los mellizos me mudé a otra ciudad para poder asisitir a las clases para gestantes y asistir a mi médico. Los cursillos eran muy útiles porque recibí mucha información acerca de como gestar y dar a luz a los mellizos sanos.
El papel de la madre subrogada es inapreciable. Y VittoriaVita lo sabe. Personal médico y los coordinadores hicieron todo lo posible para mí y los niños. Es imposible olvidar lo que sentía cuando les entregué a los padres biológicos los bebés.
Maria, 30 años,
La ciudad de Vínnytsia
Hace 5 años me divorcié y estoy criando a mi hija de 7 años sola. Mis padres viven en Rusia, por eso no nos vemos muy amenudo, una o dos veces al año como máximo. Mi hermana, mi hija y yo vivimos en el centro de Vínnytsia en un piso de 2 habitaciones. Mi hija Ana ahora esta en el primer grado. A pesar de que ella crece sin padre no nos desesperamos. Existe un montón de las parejas en todo el mundo que no pueden tener hijos.
Mientras pasaba por el nuestro divorcio sabía que mis problemas no eran tan graves y devastadores. Mi marido me regaló mi niña hermosa.
Fui la madre subrogada una vez. Antes de conocer los futuros padres tuve que acudir al médico 3 veces. Conocí todo el equipo del Centro de Salud, me examinaron y hice todos los analisis. Al haber tenido todo preparado me invitaron a una reunión con la pareja. Nos encontramos en un café, donde pudimos conocer uno a otro y hablar acerca de todo. Al ver gran esperanza en sus ojos sabía que quería ayudarles cumplir su sueño.
Los empleados de Vittoria Vita siempre me apoyaban en todos los aspectos. Al tener algunas dudas en mis análisis o algunos cambios de mi estado me dirigía al médico inmediatamente. A parte de las consultas y las pruebas también asistía a los cursillos especiales para gestantes que me ayudaron un montón. Conocí mucha información allí y recibí el apoyo de otras mujeres embarazadas. Tuve impresión que todo el mundo me ayuda. La participación en el programa de maternidad subrogada fue gran e increíble experiencia para mí. Yo regalé la vida a un hermoso niño y la felicidad a unos padres que lo merecen como nadie más.